Este trabajo trata sobre la relación entre el dualismo ontológico occidental como par oposicional, y la construcción de la soberanía y del derecho moderno a partir de la depreciación de uno de los polos de ese par. Al realizar este proceso, tres consecuencias se visibilizan: la primera, la escisión del hombre de su ambiente y su lucha consigo mismo; la segunda, la justificación de la violencia contra otros hombres a partir de su comparación y posterior igualación con la categoría de lo animal; y la tercera, la dificultad para que los derechos del animal cobren su plena potencia, al constituirse como mero objeto de producción, que debe ser cuidado, tal vez, pero no más que lo era en otro tiempo un esclavo. Así, el artículo realiza una relectura de diversos autores, retomando en particular las categorías en las que se vincula el ejercicio de la violencia con la constitución del derecho personal y de la soberanía del hombre sobre el animal.