En la escena mediática argentina empezó a irrumpir un tema esencial ante la encrucijada electoral actual. Cuando el kirchnerismo lanza el eslogan “el candidato es el proyecto” surge la necesidad de identificar, lo más claramente posible, aquello que es sustancial al proyecto desmarcándolo de aquello que le es accesorio de forma de tener una vara para poder medir su consistencia en prospectiva. Las exposiciones del ministro de economía, del secretario de comercio y otros miembros del equipo económico claramente ponen sobre el tapete que el régimen de crecimiento tiene características que le son propias, que lo hacen muy diferente de lo que se aplica en otros países y que Argentina puede mostrar claros resultados positivos (hasta la aparición de la restricción externa), mientras que el resto de los países luchan por recuperar el crecimiento.