Los trabajos que integran este dossier investigan el modo en que el espacio del libro y la producción editorial ha sido imaginado en las últimas décadas en América Latina. La emergencia de la editorial “independiente”, “artesanal”, “de bajo presupuesto”, “pequeña”, “autogestionada”, ha dado lugar a análisis críticos, pero sobre todo a numerosos relatos, escritos por sus propios gestores, en torno a su lugar político, social y cultural en el contexto de la globalización y el neoliberalismo. La modernidad conoció variadas narrativas de editor: se podría pensar, por ejemplo, y sólo ateniéndose al ámbito del castellano, en las memorias de Carlos Barral o en la épica que circundó empresas tales como el Fondo de Cultura Económica o el Centro Editor de América Latina. Pero los relatos sobre el proceso editorial contemporáneo no sólo se alejan del punto de vista retrospectivo y humanista que caracterizó estas intervenciones monumentales, sino que postulan inscripciones materiales, situaciones de anclaje e instancias de interpelación comunitaria que mantienen una contradictoria relación con el presente del libro.