Como "elemento de conexión entre el hombre y la naturaleza"', el baño y sus objetos, tanto en la antigüedad como hoy, cornunican con la esencia natural del agua y del fuego. Todo el poder de estos elementos naturales, nos mantiene vivos, sanos, y nos da placer y bienestar. También, como "...los objetos son elementos de conexión entre los hombres en sus relaciones interpersonales", aquellas que crean sociedad, decimos, que es la propia sociedad con sus momentos históricos y sus paradigmas culturales, la que determina no solamente la relación con nuestro propio cuerpo, sino también, con el de los demás. Es por ello que el baño ha experimentado cambios y mutaciones que lo colocan entre lugar de culto del cuerpo y del espíritu, tiempo de relax y bienestar, individual o colectivo, práctica médica, religiosa o higiénica.