En una entrega anterior de Museo (Nro. 2, 1993) nos ocupamos del origen de las costumbres navideñas de Santa Claus. Volvemos al asunto a raíz de recientes expresiones de velado escepticismo acerca de la certeza de su existencia real. Para poner fin a la polémica encaramos una exhaustiva investigación. Puesto que, debido a la naturaleza del problema, la obtención de datos experimentales no fue posible, basamos nuestros estudios en la confrontación de los testimonios disponibles con los conocimientos más avanzados de la ciencia. Deseamos compartir con nuestros lectores (prudentes, ingenuos o suspicaces) los resultados preliminares, pero sin duda reveladores, de nuestra investigación.