En la última década las relaciones entre la República Popular China y los países de Latinoamérica se han fortalecido; el incremento en el intercambio comercial, y el diálogo político constante, han llevado sus vínculos a otro nivel; para algunos al plano de asociación estratégica. Sin embargo las asimetrías en la relación bilateral ponen de manifiesto la necesidad de plantear políticas conjuntas para enfrentar los desafíos que esta alianza implica para los países de la región. Analizar los niveles de sensibilidad y vulnerabilidad permite identificar los posibles puntos de quiebre y señalar el alcance de los resultados de la vinculación para los países latinoamericanos.