La sistemática filogenética o cladística es el método taxonómico creado por el entomólogo alemán Willi Hennig en 1950. Sobre todo a partir de su traducción al inglés en 1966, la sistemática filogenética ha pasado a ser el método taxonómico más empleado. Resulta notable que los cladogramas o árboles filogenéticos empleados por los dadístas no surgieran con Hennig, sino que precedan en más de un siglo al desarrollo de la sistemática filogenética.
El empleo de cladogramas para representar relaciones taxonómicas comenzó en el siglo XIX, en un contexto aún no evolucionista. Recién a partir de la publicación de El origen de las especies de Darwin (1859), los cladogramas comenzaron a representar la historia de la vida.
El descubrimiento de la historicidad de la naturaleza por Darwin constituyó una ruptura epistemológica fundamental en la ciencia, a partir de la cual la historia natural se convirtió en biología.
Ya en el esbozo de su teoría de la evolución por selección natural de 1842, Darwin consideró que el sistema de clasificación natural debería basarse en las relaciones filogenéticas. Asimismo, resulta llamativo que la única figura que ilustra El origen de las especies sea un cladograma.