El ámbar es una resina fosilizada de belleza inigualable, empleada desde hace más de 10.000 años en objetos de arte, decoración y joyería. Su importancia para las ciencias biológicas, sin embargo, no es menor que su valor arqueológico o artístico, pues de los organismos incluidos en esta gema orgánica no sólo es posible obtener datos sobre la evolución de sus estructuras morfológicas, sino también secuencias de ADN.