En los ecosistemas, los organismos se relacionan a través de cadenas alimentarias, actuando como productores, consumidores o descomponedores. Estos a su vez, establecen distintos tipos de interacciones, ya sea entre individuos de la misma o de diferente especie. El parasitismo es una interacción en la cual un individuo (parásito) consume sólo una parte de otro (huésped), generalmente a largo plazo. Si bien el parasitismo entre los animales es muy conocido, lo es mucho menos el que se registra entre las plantas, a pesar de que se calcula que existen unas 3000 especies de plantas parásitas. Una de ellas, conocida como “sombra de toro”, crece en los talares de Magdalena en asociación con el “tala” y el “coronillo”, especies a las que parasita a través de sus raíces. “Sombra de toro” también establece conexiones con raíces de otras plantas de la misma especie (autoparasitismo), como una estrategia para garantizar el aprovisionamiento de agua desde los individuos adultos hacia las plántulas.