Para los que nos dedicamos a los estudios de género, la condición genérica atraviesa las identidades de las personas en todas y cada una de las situaciones en las que se hallan inmersas. Es la categoría de género la que nos permite advertir la desigualdad, la discriminación y la violencia estructural en la que se desenvuelve la vida de las mujeres.
El valor de esta obra reside en la acumulación de evidencia empírica para mostrar una de las facetas más alevosas a la que está sometida la existencia femenina, puesto que está directamente vinculada al cuerpo y a la ancestral representación de que éste es propiedad masculina. Asimismo, se ocupa de la situación de niños y niñas, por lo que se constituye también en un análisis de las representaciones de los operadores legales sobre la familia.
Sin duda que el discurso jurídico no está exento de una visión androcéntrica del mundo, a pesar de la fuerza del principio de igualdad y de los avances en la legislación.
Precisamente este estudio exhibe los condicionantes y las marcas genéricas masculinas en quienes aplican el derecho.