Latinoamérica es una de las regiones con más crecimiento y más dinámicas en el mundo, y con mayor necesidad de innovación en productos, servicios y procesos tanto en organizaciones privadas como públicas o sin fines de lucro.
Si bien ya estamos “evangelizados“ de la importancia de la innovación en nuestras empresas y organizaciones, actualmente estamos inmersos en la etapa de “¿Cómo implementar innovación?” y “¿Cómo buscarla?” con el objetivo de hacer más eficientes a nuestras organizaciones.
Fue el economista austro húngaro Joseph Schumpeter quien introdujo, con sus investigaciones sobre el ciclo económico, la idea de la importancia de la innovación en los sectores privados y quien de alguna forma hizo popular el concepto de “destrucción creativa”. De esta forma estudiamos en la universidad que se puede ser creativo, pero que cuando uno pone en práctica esa creatividad, la llamamos innovación.
La buena noticia es que no es necesario, por ejemplo, desarrollar una patente, crear un dispositivo de IoT ambicioso, desarrollar un nuevo sistema de Secuenciado prenatal de ADN o nuevos algoritmos para análisis de Big Data para ser innovadores en la industria del Software.
La innovación puede aplicarse tanto a un producto, un servicio, un procedimiento, un concepto o bien a un modelo de negocio o propuesta de valor.
A continuación algunos puntos vinculados a la Innovación y a la Disrupción, a la necesidad de implementarla y a la idea de que las empresas sean concebidas o ‘re concebidas’ como innovadoras y tecnológicas como premisa fundamental para que las mismas no desaparezcan y perduren en el tiempo.