El presente artículo pretende realizar un repaso crítico por el devenir del Archivo y Centro de Documentación de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (AFECH) con el objetivo de indagar su importancia para diversos actores y usuarios. Originado en 2008, su misión es rescatar, conservar, potenciar y difundir las memorias de uno de los organismos de representación estudiantil más longevos y trascendentes como agente social en sus 110 años de existencia: la FECH. De ahí su consideración como el primer archivo patrimonial del movimiento estudiantil chileno y el espacio que custodia su memoria. No obstante, pretendemos sondear hasta qué punto esta frase se queda en el slogan o alude a una realidad experimentada por las diferentes generaciones de “hijos de Bello” (1). Así, nos preguntamos: ¿es necesario un archivo del movimiento estudiantil que, como esbozan algunos académicos, posee una memoria amnésica? Entonces, ¿cuál es el valor y el sentido del Archivo FECH? Para ensayar una respuesta y apreciar esta iniciativa en perspectiva histórica, realizaremos una genealogía en clave foucaultiana, proponiendo una lectura psicoanalítica del proceso de conformación de este repositorio. Vale decir, tal como plantea Jacques Derrida, como una lucha entre dos fuerzas: el Eros, la pulsión de archivo y la conservación, y el Tanatos, la destrucción constante.