La deserción y lentificación universitaria constituyen una problemática actual a resolver. Dentro de las intervenciones que se han llevado a cabo para enfrentarla, consideramos que existe un área de vacancia relacionada a las variables personales del estudiante. Dada la evidencia de la gran influencia de los procesos cognitivos en el rendimiento académico, proponemos que un mayor conocimiento sobre las estrategias de autorregulación y regulación emocional puede constituir un aporte para pensar intervenciones en el ámbito académico universitario.