El pasado 29 de abril se cumplieron veinticinco años del fallecimiento de Raúl A. Ringuelet. En este lapso se han realizado diversos homenajes y varios escritos que destacaron los diferentes aspectos de la vida de este hombre tan singular, cuya personalidad y sabiduría lo alejaron del común de la gente. Su influencia en las Ciencias Naturales de la Argentina ha sido de un peso enorme. Su carrera nos muestra la publicación de más de trescientos artículos, la obtención de diferentes distinciones y las máximas categorías en la enseñanza universitaria. En su trascendente tarea de gestión se encuentra la conducción de numerosos grupos de trabajo, el ejercicio de cargos directivos en el orden nacional y provincial, y la fundación del Instituto de Limnología que hoy lleva su nombre. Su inteligencia, su peculiar visión y su capacidad de trabajo, le permitió generar numerosas líneas de investigación, hoy cimentadas en diversos centros científicos de nuestro país. Paralelamente, desarrolló una tarea invalorable en la difusión y transferencia de los conocimientos a los diferentes ámbitos de la sociedad. Era un verdadero nacionalista, haciendo un ejercicio de esa posición como ciudadano y como profesional de las Ciencias Naturales.