El siguiente artículo se propone analizar la violencia sexual como arma de guerra en la historia reciente guatemalteca. Ejercida principalmente contra mujeres y niñas, la violencia sexual en el conflicto armado interno guatemalteco(1962-1996), fue sistemáticamente utilizada contra todas las prisioneras, fueran o no insurgentes, como una forma específica de tortura. En las áreas rurales indígenas la misma fue masiva, principalmente durante el período de las masacres y el período de la tierra arrasada (1980-1983) adquiriendo la dimensión de una verdadera arma de terror indiscriminado contra la población civil.
Además de dar cuenta de esta forma específica de violencia, se analizan las resistencias y las posibilidades de juzgar estas formas de violencia como crímenes de lesa humanidad y genocidio.