Como hospital público, contamos con una arraigada significación en la sociedad vinculada al abandono de niños y la adopción. Desde los orígenes de la “Casa Cuna” se ha trabajado en pos de los derechos del niño, principalmente el de contar con una familia.
Pero el abandono de niños siempre ha estado presente en los distintos tiempos de la sociedad. A veces signado por cuestiones culturales, otras socioeconómicas, otras el temor de una persecución, etc. Muchas de ellas podrían tener soluciones para evitar la separación del niño a su familia de origen. Pero hay aspectos que hacen a la subjetividad, al lugar de un deseo, al poder de decidir ahijar que poco se contempla, y que debemos acompañar y asistir en pos de la salud mental de todos los implicados, pero principalmente del niñ@, para no generar situaciones de violencia, maltrato, hasta la misma posibilidad de su muerte.
Por eso nos preguntamos, ¿Estamos preparados para una renuncia a la posibilidad de maternar? ¿Por qué se cuestiona tan poco o se acepta que un hombre se desentienda de la paternidad, y no es visto de la misma manera para la mujer/madre? ¿Qué resguardo legal acompaña a este proceso? Ilustraremos este trabajo con viñetas clínicas.