Desde hace algunos años, sobre todo a partir de la promulgación de la Ley de Educación Nacional, en el año 2006, las políticas educativas buscan desarrollar proyectos de igualdad e inclusión que garanticen el derecho a la educación. Tal es el caso por ejemplo de la implementación de la obligatoriedad del nivel secundario que abre un nuevo escenario para que los jóvenes ingresen, permanezcan y egresen del sistema educativo. En este contexto, la problemática del fracaso escolar vuelve a ocupar un lugar importante en la agenda educativa, siendo conceptualizado y abordado desde diferentes perspectivas. Patricia Maddonni, entiende esta problemática “como expresión de la desigualdad educativa y de las condiciones que asume la escolaridad obligatoria”, apartándose de los discursos que culpabilizan al sujeto y a su entorno familiar y cultural. A partir de este presupuesto, Maddonni desarrolla una investigación que se verá formalizada posteriormente en su Tesis de Maestría, titulada “Trayectorias escolares discontinuas: estigma, limitaciones y posibilidades” (2010), que da lugar luego a la producción del libro que aquí se reseña.