La investigación sistemática de la columna institucional de Clarín entre 1976 y 1982, nos permite afirmar que su prédica editorial tuvo un carácter hermesiano actuando en consonancia con la dictadura cívico-militar. No obstante, su posicionamiento sobre la libertad de expresión, desde el comienzo de la guerra de Malvinas (2/4/82) hasta el fin de la primera etapa de la transición hacia la democracia (31/12/82) permite distinguir un punto de inflexión que anuncia el incipiente comienzo de una nueva época. Así, mientras duraba la conflagración austral continuaba aceptando las restricciones al ejercicio periodístico en pos de un objetivo superior cual era el enfrentamiento con Gran Bretaña, mientras que después de la guerra comenzaría a efectuar una serie de exigencias en la materia que lo colocaron en las antípodas de su retórica hasta ese momento.