Conspiran cada día contra la democracia lanzando supuestas denuncias que serían el resultado de supuestas investigaciones. Se amparan en el supuesto interés de la gente y apelan a un supuesto sentido común que años
de monopolizar la palabra no les habrían otorgado el perverso poder social de construir. Reflexiones sobre el periodismo que vendió su pluma al mejor postor con la mirada crítica que el mismo no suele aportar.