América Latina se encuentra en un profundo proceso de cambio donde muchas de las condiciones históricas y relaciones de poder, están siendo revisadas y puestas en discusión, cuando no modificadas. La aparición de la TV digital en este contexto, no se trata meramente de un avance tecnológico, de un traspaso de un modelo analógico a uno digital, sino más bien de la de una nueva posibilidad de democratización de las comunicaciones, las cuales podrían potenciar la inclusión social a sectores relegados históricamente. La decisión de adoptar el sistema digital, la elección de la norma adecuada para su transmisión, o el reparto del espectro electromagnético no son cuestiones técnicas que debe adoptar el Estado, sino más bien estrategias políticas de comunicación que corresponden a un proyecto y modelo de país.