El conflicto colombiano tiene como uno de sus ejes centrales la lucha por la tierra, que se origina debido al proceso de concentración de vastas hectáreas de propiedad en manos de unos pocos latifundistas y a la ejecución de violentos mecanismos de despojo que privan a las poblaciones rurales de sus territorios. En el país la dinámica de reconcentración de la tierra se ha intensificado progresivamente, el avance del latifundio ha sido constante, en detrimento de las pequeñas propiedades y de las tierras colectivas. Se trata de una histórica problemática agraria que guarda indisoluble relación con el conflicto, en un modelo que privilegia la acumulación y el control militar, al tiempo que invisibiliza y atenta contra la pervivencia de diferentes tipos de territorialidades en un mismo espacio. Urge por tanto, el logro de una Reforma Agraria que asuma las actuales reivindicaciones territoriales, en las que el reconocimiento de autonomías identitarias y organizativas, son fundamentales para su real alcance.
De allí que este dossier sobre Colombia, haya surgido desde el dolor y las angustias que nos acompañan, pero también desde la esperanza de posibilidades futuras que nos llevan a reflexionar y a preguntarnos ¿Cómo transitar en el camino que permita superar el largo conflicto político, social y armado en Colombia? ¿Cómo cerrar el ciclo que marca la historia reciente, en el que la violencia acentuada en los territorios rurales, pero receptora en los barrios marginados de las grandes ciudades a través del desplazamiento forzado y el despojo, continúa marcando la realidad? ¿Cómo superar una violencia que transita de la mano de importantes contradicciones sociales, de un sistema oligárquico de poder y de un Estado autoritario con fuertes rasgos represivos? ¿De qué manera saldar las deudas históricas de este conflicto?.