El 19 de abril de 1994 se produjo en Argentina la primera restitución de restos humanos conservados en una institución académica con fines científicos. Ese día, en el Museo de La Plata, se restituyeron los restos óseos del Cacique Inacayal que fueron trasladados a Tecka, Chubut, y colocados en un mausoleo.
Para ello se sancionó la Ley Nacional 23.940 promovida por el Senador Nacional Hipólito Solari Yrigoyen. Los restos humanos que custodia el MLP integran las colecciones que se organizaron a fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. La mayoría de estos restos provinieron, directa o indirectamente, de la llamada Conquista del Desierto. Así se produjo tanto la exhumación de cuerpos de enterramientos indígenas como también la captura y traslado a Buenos Aires de varias familias indígenas.
En el MLP se conservan restos humanos de indígenas que vivieron y murieron en el propio museo adonde llegaron en octubre de 1886 desde su cautiverio en Tigre y por pedido de Francisco P. Moreno a las autoridades. Ellos fueron el Cacique Inacayal, el Cacique Foyel y sus familias o allegados, un total de quince personas. Entre 1887 y 1888 cuatro de ellos mueren en el museo, Inacayal, la mujer de Inacayal, Tafá y Margarita. Acerca de la mujer de Inacayal no han quedado registros sobre su nombre, Tafá era de origen anacaluf y se había integrado a la familia de Inacayal, en tanto Margarita era hija del cacique Foyel.
Sobre el destino de los restantes es poco lo que se conoce, excepto que el Cacique Foyel volvió a sus tierras donde fue visitado por Francisco P. Moreno en Tecka poco tiempo después. En tanto Maish Kenzis permaneció en el museo hasta su muerte en 1894.