Este libro aborda el proceso de politización y radicalización de sectores medios de la sociedad argentina en los tempranos años setenta, a partir del análisis de dos grupos de profesionales. Por un lado, pone el foco en un núcleo de psicólogos que, creciendo desde los márgenes de una institución psiquiátrica tradicional, radicalizó sus posturas al impulsar un conjunto de innovaciones que tenían como horizonte la idea de “comunidades terapéuticas”. Por otro lado, reconstruye el itinerario de un grupo de abogados que conformó una entidad profesional orientada casi exclusivamente a la defensa de presos políticos, en su mayoría pertenecientes a las organizaciones armadas revolucionarias. El texto busca precisar el repertorio de prácticas y discursos que apuntaban a impugnar tanto el propio ámbito disciplinar-profesional como el sistema social en su conjunto, en el marco de una trama en la que ambos cuestionamientos se planteaban de modo indisociable. Una sociedad “nueva” requería un “nuevo” tipo de profesionales y, a su vez, el ejercicio de la profesión aparecía como un espacio legítimo desde el cual delinear aquella sociedad que aspiraban a conformar.