Las reflexiones en torno de las subjetividades aparecen como una clave problematizadora de las sociedades contemporáneas. Las ciencias sociales la tomaron como una construcción analítica y un objeto teórico. Al mismo tiempo, en ocasiones, funciona como un marco omnicomprensivo que buscar explicar las transformaciones culturales contemporáneas. En ese movimiento totalizador se camuflan un conjunto de heterogeneidades problemáticas que requieren de la actualización de los contextos específicos a los que aluden. A grandes rasgos se puede sostener que la subjetividad está abierta y se constituye en relación con lo otro, para definirse a sí misma en un escenario histórico determinado. Implica un tipo de articulación entre lenguaje y experiencia, donde es infructuoso pensarla como una repetición o un reflejo socialmente condicionado. Las subjetividades son construcciones sociales que involucran un juego tenso entre las formaciones y los condicionamientos, donde no siempre se encuentran constreñidas por los dispositivos institucionales que pretenden modelarlas disciplinadamente.