En el medio argentino que nos toca frecuentar, el de la Ciencia, padecemos de algunos excesos y de algunas carencias. Su cultivo, su desarrollo y su expresión adolece de una exigüidad alarmante de los caminos y medios de difusión. Tenemos escasas vías de comunicación, y los biólogos de todo nivel se enfrentan a menudo ante encrucijadas que no pueden trasponer. Una salida es publicar en revistas científicas del exterior, en idiomas bárbaros, pagando cada página en dólares, o bien comprimiendo el original en algunas revistas nacionales semipagas, o simplemente no imprimiendo el fruto de su trabajo.
Creemos que toda solución, si la hay, deber ser autógena, y no de transfretanos temporarios y complacientes. El Instituto de Limnología (ILPLA), que es uno de los hijos activos y dóciles del CONICET, tiene un órgano de publicidad, Limnobios, que tiene 5 años de antigüedad. No obstante, varios trabajos, que por su extensión inevitable no encuadran en las normas tipográficas y económicas corrientes, exigen algún medio publicitario.
Biología Acuática, el nuevo órgano de publicidad del ILPLA, costeada en su inicio mediante fondos particulares de algunas pocas personas inconformistas pero crédulas, trata de llenar este vacío.