Hoy los robots no tienen ni conciencia, ni emociones, ni sentimientos. No es tan fácil definir qué es un robot. En la antigüedad, se creía que tenían que tener una forma humanoide, con cara, brazos y piernas. Con el paso de la historia, el humano se dio cuenta que las máquinas podían ser una gran herramienta y cambiaron caballos por automóviles y dejaron que brazos robots construyeran esos automóviles.
El paradigma de brazo robot dio lugar a investigaciones en universidades sobre Robótica que mejoraron prótesis y poco a poco se empezaron a mostrar los primeros robots móviles. Como su nombre lo indica, estos robots se mueven a través de mecanismos como ruedas o patas al estilo de un insecto. Esto acarreó la necesidad de cortar el cable de alimentación, la utilización de baterías y microprocesadores que llevaran “la inteligencia”. La Inteligencia Artificial implica la capacidad del robot de interactuar con su ambiente y actuar en consecuencia. Los sensores, en forma similar a los sentidos biológicos, le pueden permitir saber al robot su ubicación, o si se enfrenta por ejemplo a una pared. Y luego la programación que le dio un humano, le indica que debe doblar para no chocarse.