La avanzada de los fondos buitre sobre la Argentina, que prometía constituir un nuevo capítulo en la saga de las conquistas mundiales de estos depredadores, terminó por transformarse en el primer caso en que un país en desarrollo se atreve a plantarse y no permitir su saqueo. Este asunto que parecía no pasar de un mero trámite judicial, terminó por convertirse en un asunto de atención mundial, donde la posición de la Argentina pasó de moderados pronunciamientos a su favor de parte de líderes políticos, a generar declaraciones oficiales de bloques geopolíticos como la ONU, el G-77 más China, el G-20, y la OEA.