Se las definió como tales por representar una versión burda y atrasada de las burguesías centrales hasta que la transnacionalización y financierización del capitalismo global transformó la naturaleza de ambas. Tan degradadas como sus paradigmas internacionales, hoy son el objeto de un proceso de decadencia que las desborda. Origen y auge de una lumpenburguesía habituada a la especulación, cuya llegada al Gobierno en Argentina marca el inicio de un gigantesco saqueo.