Cuando comenzamos a interiorizarnos en la práctica corporal no convencional elegida, lo primero que nos inquieta es conocer su origen; el porqué del término “Roller Derby”. Esto nos remonta a 1922 cuando, en Estados Unidos, el diario “Chicago Tribune” lo utilizó para describir las carreras de patinaje. Dicha disciplina se convirtió en el ícono popular de la cultura Americana, al ser difundida por televisión y radio.
Esta práctica que surgió en la década de 1930 que, en sus comienzos, fue practicado por hombres y mujeres. Tuvo su momento de auge como deporte/espectáculo hasta que a mediados de los setenta, el modelo de negocio inicial de Roller Derby, a causa de las malas producciones, decayó su nivel de transmisión y en consecuencia su popularidad, dándose así la continuación bajo una nueva administración.
Hacia finales de la década setenta, el productor de televisión, David Lipschultz, le devuelve a la disciplina un cierto grado de popularidad al convocar antiguas estrellas del Derby para conformar la IRSL, la primera liga de Roller Derby. A partir de aquí la actividad mantiene una cierta regularidad que, si bien no fue como en sus inicios, no recae en el olvido.