Al igual que el conjunto de las actividades económicas del país, entre mediados de los años 1970 y principios del actual siglo, el sector industrial atravesó importantes cambios regresivos como consecuencia de la imposición de políticas neoliberales. Centradas en la valorización financiera y en la reprimarización de la economía, tales políticas se profundizaron hacia 1991 con la implementación del Régimen de Convertibilidad, el cual entró en crisis a fines de 2001. A partir de 2002 y 2003, sobre la base de una nueva política en la materia, la economía argentina y el sector industrial en particular iniciaron una dinámica de recuperación y crecimiento cuyos cambios y continuidades respecto de la etapa anterior son temas de debate.