Los desajustes o desarmonías entre la universidad y el mercado, como expresiones de oferta y demanda, disminuyen la posibilidad de las universidades de ser reconocidas por el nivel de calidad en enseñanza.
Por otro lado la eventual desconexión entre estudios académicos y requerimientos profesionales, resultaría en una limitación perjudicial para todo interesado en graduados competentes.
Desconocer el nivel de satisfacción y las expectativas del empleador-cliente respecto del graduado, genera para la institución académica un vacío de conocimiento sobre un aspecto esencial, que es la percepción de calidad del servicio por parte del usuario, y por consiguiente una limitación para avanzar en el diseño de políticas o acciones educativas sobre calidad en enseñanza superior.
La realización de este trabajo se ve alentada por la inexistencia de datos y de información, a nivel local sobretodo, que hagan factible abordajes mejor fundamentados para la resolución de problemas que afectan a la calidad del servicio educativo.