Este texto reúne trabajos realizados por las integrantes de la cátedra de Investigación Social II de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata y del Laboratorio de Investigación Movimientos Sociales y Condiciones de vida. Hace más de 20 años que venimos realizando un trabajo de equipo donde las distintas docentes nos hemos especializado, investigado y profundizado diferentes temas de esta vasta asignatura dedicada a la investigación social de carácter cualitativo.
Muchos son los documentos en los que hemos expresado la falsa dicotomía cuantitativa y cualitativa en la investigación social. Nunca admitimos las críticas acerca de los señalamientos que se le han realizado a la metodología cuantitativa tildándola de conservadora y asimilándola así a una ideología. Sentencia de una comunidad académica pobre o por lo menos empobrecida. Entendemos que esa pobreza terminó obturando y cancelando la posibilidad de comprender su riqueza, su importancia y la fuerza de ese tipo de información cuantitativa para los estudios de la sociedad.
En la tradición positivista, existía una suerte de deslumbramiento por la estadística, hoy el deslumbramiento pasa por lo cualitativo. Nombramos cualitativo y pareciera que está todo dicho, pareciera que es respeto por el sujeto, sinónimo de autenticidad, de participación, de concientización, metáfora sobre lo que es políticamente correcto, al extremo de llegar a pensarse que la multiplicación de las historias de vida, de las historias orales, de los grupos de discusión o una buena entrevista son como la multiplicación de los panes, algo mágico, la técnica o el método apropiado que con una varita mágica nos hace comprender el todo (de los grupos, las familias, la sociedad). Este deslumbramiento puede llevar al investigador a un entusiasmo extremo y acrítico más que a un modo de investigar.