Cada contexto engloba una direccionalidad inherente que conduce, que empuja hacia un determinado horizonte, como una correntada. Las escuelas siempre han sido permeables a estos cambios y estar atentos y atentas a la lectura de esta relación entre contexto y dirección nos abre las puertas para llevar a cabo ciertas propuestas y proyectos pedagógicos ¿Cómo podemos medir la direccionalidad del contexto? Una manera de responder a este interrogante es a través de las políticas públicas que nos atraviesan. En relación con esto, el proyecto que llevamos a cabo desde el voluntariado se gestó dentro de un marco de decisiones políticas que lógicamente tienen una intención, que están buscando algo. Creemos necesario destacar esto ya que como sujetos históricos tenemos un tiempo y un espacio donde somos y la incidencia de este contexto no es un dato menor para entendernos y comprender lo que hacemos, y por qué.