El rasgo más sobresaliente que hoy caracteriza y predomina en el sistema mundo es la incertidumbre. Incertidumbre política resultado de la caída de la bipolaridad en los años noventa del siglo pasado que se manifiesta en cambios y realineamientos impensados en tiempos del conflicto Este-Oeste. Incertidumbre política que necesariamente se traslada al campo estratégico. Toda estrategia conlleva un margen de incertidumbre. La actual supera lo usual y obliga a pensar estratégicamente sin enemigo designado, sin Otro único, al menos en el caso de la República Argentina. Esto significa una verdadera revolución en un pensamiento habituado a esquemas heredados de otros tiempos que hoy se reconfiguran y cambian de manera imprevista.