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En este artículo se plantea la posibilidad de explorar el pasado de la psicología para reivindicar problemas y cuestiones desterradas, olvidadas o poco atendidas en la agenda contemporánea de la psicología de la música; aspectos que pueden resultar importantes a la hora de redefinir el área a la vista de los retos planteados por el escenario post-moderno. En nuestra reconsideración genealógica de la psicología de la música hemos tomado como punto de partida los “Elementos de psicología de los pueblos” de W. Wundt, un trabajo donde el maestro de Leipzig ensayó un reconsideración de psi-cológica de la mente humana desde el punto de vista de los productos culturales y el devenir histórico-social de las actividades colectivas. Para Wundt, el arte se convierte, junto a al mito, la costumbre y la lengua, en uno de los dominios arquetípicos para explorar la “evolución espiritual del hombre”. En relación con ese marco genérico, Wundt prestará una atención muy especial a la cuestión de las artes temporales ofreciendo una peculiar visión etnopsicológica de las mismas. Sin entrar en incompatibilidades con las aproximaciones psico-fisiológicas y experimentales de la tradición helmhotziana -las de Stumpf, Pratt, Seashore o el propio Wundt del canónico “Compendio de Psicología”-, la psicología de los pueblos abre un escenario alternativo que complejiza y enriquece la “cuestión musical” incorporando factores instrumentales, mediacionales, colectivos, empáticos, funcionales, etc. de difícil encaje en las persectivas generales e individualistas de las psicologías -mecanicistas o espiritualistas- decimonónicas. La posición etnopsicológica de Wundt, en cualquier caso, no es tan original como sin-tomática de una línea de trabajo importante en la etapa fundacional de la psicología disciplinar; una etapa donde la cuestión estética, en general, y musical, en particular, estaba plena y perfectamente incorporada en los grandes sistemas psicológicos de autores como Ribot, Baldwin, Sergi, Bergson o Taine, entre otros muchos. En el artículo tratamos de mapear mínimamente los temas y argumentos cruciales de esta línea de trabajo tomando como motivo conductor la apuesta etnopsicológica wuntiana. Final-mente, a partir de ese mapeo, ofrecemos a título programático los dos horizontes genealógicos de sentido respecto de los cuáles tales cuestiones deber ser sopesadas: por un lado, la interrupción final de tal sensibilidad psicoestética ante el programa de la estética experimental y la propia reorientación de los intereses teóricos y aplicados de la psicología como empresa.
En inglésThis article formulates the possibility of exploring the past of the Psychology to restore problems and issues that were banished, forgotten or neglected in the contemporary agenda of the Psychology of Music; these are aspects that may be important when redefining the field in view of the challenges resulting from the postmodern scenario. In our genealogical reconsideration of the Psychology of Music we have set “Elements of Folk Psychology” by W. Wundt as a starting point, a work where the master of Leipzig tried a reconsideration of the psychology of the human mind from the point of view of the cultural products and the socio-historical occurrence of collective activities. In Wundt’s opinion, art becomes -together with myth, habit and language- one of the archetypal domains for the exploration of “man’s spiritual evolution”. In relation to that general frame, Wundt will pay close attention to the subject of the temporal arts, offering a peculiar ethnic-psychological view of them. Without discussing incompatibilities with the Helmoltzian tradition’s psychophysiological and experimental approaches –those of Stumpf, Pratt, Seashore and even Wundt’s “Grundriß der Psychologie”- the folk psychology opens up an alternative scenario that complexes and enriches the “music issue” by incorporating instrumental, measurement, collective, empathic, functional, etc. factors that are hard-to-fit within the general and individualistic perspectives of the -either mechanicist or spiritualist- 19th Century’s psychologies. Wundt’s ethnic-psychological position, in any case, isn’t more original than symptomatic of a line of important work in the foundation stages of the disciplinary psychology, a stage where the esthetics, generally, and musical, particularly, issues were fully and perfectly incorporated to the great psychological systems of authors such as Ribot, Baldwin, Sergi, Bergson or Taine, to name a few. In this article, we try to map the crucial themes and arguments of this line of work, considering Wundt’s ethnic-psychological approach as a conducting motif. Finally, based on this mapping, we offer two genealogical horizons of meaning for these matters to be evaluated upon: on the one hand, the final interruption of such psycho-aesthetic sensitivity in view of the experimental aesthetics program and the self-reorientation of the theoretic and applied interests of psychology as a modern western enterprise; and on the other hand, the postmodern horizon in which the contemporary concern of some psychologies for the technological media, the artefactual and collective construction of the Self, the historic-cultural psychogenesis of the collective activity or the phenomenology of the everyday experience allow to reformulate the functions of the aesthetics within a line of thought that, at the least, evokes the historic path displayed. Finally, our genealogical position intends to reconnect with the idea that Music might be observed as a psychological phenomena in which aesthetic experience and cultural product merge, necessarily, at the heart of a same activity.