El estudio de la historia reciente ha abierto grandes controversias en las Ciencias Sociales respecto a cómo definir un campo de estudio cuyas fronteras temporales, disciplinares, espaciales se caracterizan por ser endebles y difusas. Por su régimen de historicidad particular, el estudio del pasado cercano nos permite encontrarnos con múltiples experiencias históricas, voces que entretejen memorias y olvidos que conviven en nuestro presente. Resulta usual asociar el estudio de la historia reciente a procesos de violencia política estatal, aquellos cuyas experiencias “traumáticas” dejan marcas profundas en las memorias colectivas de una sociedad. Sin embargo, lo “cercano” del pasado no está definido por su corta profundidad temporal sino por los significados, las disputas y las reivindicaciones que ese pasado configura en el hoy. Se trata de pasados que forman parte del presente, que están configurados desde una actualidad que carga de sentidos a las luchas y las disputas políticas de grupos sociales muy heterogéneos. La experiencia histórica por la que transitan los pueblos indígenas muestra a las claras la complejidad que involucra el estudio de la historia reciente, en donde el pasado colonial de opresión y subordinación convive con las luchas de nuestros tiempos. Este dossier propone pensar en los elementos constitutivos de las memorias indígenas, cuyas formas de configuración y transmisión engloba lógicas muy particulares que es necesario problematizar.