La educación terapéutica es un proceso continuo e indispensable para optimizar los resultados del tratamiento y de esta forma prevenir posibles complicaciones asociadas a la diabetes. Los campamentos para niños con diabetes representan una experiencia de vida en donde las posibilidades de enseñanza-aprendizaje son favorecidas ya que se desarrollan en un ambiente distendido, seguro y en compañía de otros niños y adultos que comparten la misma afección. Las vivencias del campamento ayudan al niño a desarrollar independencia, autoconfianza y una actitud responsable y participativa dentro de su tratamiento. El programa de educación terapéutica debe incluir a otras personas del entorno del niño, especialmente al adulto familiar, ya que la responsabilidad del autocuidado diario debe ser compartida hasta la adolescencia. El éxito de la educación puede verse limitado por factores psicosociales que juegan un importante rol en el control de la diabetes.