La universidad incorpora hoy, como parte de su función, el desafío de formar personas responsables, ciudadanos comprometidos y profesionales de calidad, evidenciando así la transversalidad de la ética respecto de los contenidos y prácticas académicas vigentes. Dada la dimensión pública que la Psicología posee, quienes se forman en ella no pueden desatender los aspectos éticos actuales en los marcos histórico-culturales vigentes. Por ello, adquiere relevancia la formación del alumno superior en base a tres preocupaciones centrales: ¿qué agenda moral considera nuestra disciplina hoy?, ¿a qué sujeto ético nos enfrentamos en la práctica científico-profesional? y, finalmente, ¿qué consideraciones ético-deontológicas han de tenerse en cuenta al desempeñar el rol como un acto público?
La presente obra avanza en estas problemáticas, contribuyendo a la formación de los alumnos en el ciclo superior a partir de un ejercicio reflexivo sistemático. Se espera que la misma facilite la toma de conciencia y evaluación de la futura profesión y de las implicancias éticas de sus actos en situaciones intersubjetivas y sociales complejas.