Las taquiarritmias supraventriculares representan una de las complicaciones más frecuentes en la cirugía cardíaca y obtienen el primer lugar en frecuencia de todas las complicaciones arrítmicas.
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia sostenida más frecuente observada en el postoperatorio (POP) de las cirugías cardiovasculares en la población adulta (89-90% del total), y conlleva una alta morbilidad, prolongación del tiempo de internación y elevados costes sanitarios. La FA es una arritmia supraventricular caracterizada por una activación auricular desorganizada que lleva a un deterioro de la función mecánica de la aurícula. En el electrocardiograma la FA se manifiesta por el reemplazo de las ondas P por oscilaciones rápidas u ondas fibrilatorias que varían tanto en forma como en tamaño y frecuencia, asociadas a una respuesta ventricular irregular. La incidencia de FA en el POP oscila entre el 10-65% según la diferentes series, con una incidencia que va desde un 25-40% en las cirugías de revascularización miocárdica hasta un 60% en las cirugías valvulares, con datos divergentes en relación con la metodología utilizada para el diagnóstico (monitoreo continuo, holter, electrocardiograma), y la definición utilizada para la arritmia en los diferentes estudios.