Las enfermedades crónicas no transmisibles alcanzan proporciones epidémicas en América y contribuyen substancialmente a la mortalidad general y la carga de enfermedad en la Región. Entre las enfermedades crónicas no transmisibles, las enfermedades cardiovasculares son una causa principal de morbilidad y mortalidad, afectando de manera creciente a poblaciones en edad laboral y, por tanto, contribuyendo desproporcionadamente a la pérdida de años potenciales de vida saludable y de productividad económica. Esta situación es reconocida como un problema de salud pública mayúsculo y creciente.