El texto aborda distintas perspectivas sobre la evaluación a partir de reconocer el valor que posee considerar de manera articulada los conceptos de enseñanza, evaluación y aprendizaje. Se entiende que la respuesta a la cuestión para qué enseñar y para qué evaluar confluye en un modo particular de concebir el aprendizaje y de aquello que se pretende promover; en otros términos, alude a pensar qué enseñanza y qué evaluación, para qué tipo de aprendizaje. El pensamiento en torno a la tríada enseñanza, evaluación y aprendizaje entraña la asunción de una postura en el sentido de aquello que se valora en un proceso formativo. Posibilita el reconocimiento de distintos tipos de acción cuyos resultados y consecuencias son diversos, en un marco referencial que cuestiona la evaluación como apéndice de la enseñanza y asume la interrelación, a veces tensa, inestable y contradictoria, entre los componentes de dicha tríada. El desarrollo articula el concepto de evaluación con las tradiciones de enseñanza mimética y transformadora y con diferentes formas que puede asumir el aprendizaje, profundo, superficial y estratégico.