El artículo analiza el problema del cuerpo cinematográfico a partir de la consideración de una doble vía. Por una parte, aquella de las representaciones del cuerpo en pantalla a lo largo de distintos géneros, movimientos y tendencias. Por otra, examina cómo el cine ha construido en su decurso un cuerpo propio, emulador y extensión del cuerpo empírico del espectador mediante recursos propios de su dispositivo. A través del abordaje de casos provenientes del cine de alcance masivo y de las prácticas experimentales y de vanguardia, el texto delinea una cartografía posible del trabajo espectatorial ligado a distintos posicionamientos del cuerpo, su sujeción o emancipación.