En torno al caso del proyecto de la Glass House, de Sergei Eisenstein, Daniele Dottorini revisa El artículo propone, a partir de un estudio de casos, una reflexión acerca de cómo opera el discurso de poder de la modernidad en la constitución de la imagen del hombre y su presencia en pantalla en el cine de los primeros tiempos, estableciendo una relación crítica entre esta producción y la propuesta subjetiva, contestataria y experimental a fines de la década del sesenta de dos performances audiovisuales particulares, sugiriendo que se opera entre ambos momentos un desplazamiento que va del verse expuesto (imagen-captura) al exponerse como gesto emancipatorio y revolucionario.