Las políticas públicas de diseño industrial se conciben a fin de hacer competitiva la economía de un país o de una región; el beneficio económico de la innovación fundada en ideas es un hecho mundialmente reconocido y comprobado. En 2002, los instrumentos estatales de promoción del diseño industrial reaparecen en Argentina.
¿Cuáles son las áreas y los programas nacionales creados desde entonces? ¿Cuáles son sus resultados? ¿Alcanzaron a construir una política pública en su conjunto? En este artículo nos proponemos, a partir de dar a conocer lo hecho, invitar a la reflexión sobre el devenir de las herramientas generadas.