Como hemos venido señalando en los anteriores Informes, la política exterior del gobierno argentino ha ido profundizando sus tendencias de cambio con respecto a las acciones concretadas desde la crisis de 2001, aunque éstas no fueron homogéneas.
Esto lo observamos entre otros aspectos en ciertos giros acaecidos en materia de política de seguridad internacional, como el abandono de cierto pragmatismo en materia de desendeudamiento, o la exploración de escenarios alternativos ante los cambios del escenario global.