El libro de S.C. se propone un desafío interesante: abordar, en un autor sumamente estudiado por la crítica de todos los tiempos, un corpus algo soslayado desde una perspectiva nueva. Se trata de la tesis doctoral de la autora, defendida en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata en marzo de 2013. El análisis aborda en particular las estrategias de autofiguración – esto es, la presentación de sí mismo— en dos colecciones del epistolario ciceroniano: las Epistulae ad Atticum y las Epistulae ad Familiares. La autofiguración y sus estrategias se estudian como formas de construcción de la figura ciceroniana en las tres ocasiones en que el autor se vio forzado a abandonar la Vrbs: el exilio (58- 57 a. C.), el proconsulado en Cilicia (51-50 a. C.) y los primeros meses de la guerra civil entre César y Pompeyo (50-49 a. C.). Es en estos períodos justamente en que el autor dependió de manera esencial de las escritura de cartas para intentar anular la distancia que lo separaba de Roma, sumado al hecho de que, como homo nouus, fueron también lapsos de tiempo de extrema vulnerabilidad en los que Cicerón recurrió a la escritura como forma de visibilizarse en la arena política, aunque más no fuera de manera textual.