Los carcinomas de células renales (CCR), representan el 3° cáncer genitourinario en frecuencia, detrás del carcinoma de próstata y de vejiga, siendo en Argentina la 9° causa de muerte por cáncer en varones y la 13° en mujeres. El 85 % de los tumores renales son carcinomas de células claras, y diagnosticados en su mayor parte en forma incidental por estudios imagenológicos indicados por otros motivos. Entre los factores pronósticos más estudiados, se encuentran el tamaño tumoral, el grado histológico de Fuhrman y la estadificación según las clasificaciones tumor-ganglio-metástasis (TNM) y de Robson. Dichos factores, han demostrado mediante varios trabajos su utilidad en la práctica clínica al momento de definir una terapéutica específica, ofreciendo además pautas para el seguimiento del paciente. La microdensidad vascular (MDV), ha sido evaluada como posible variable de valor pronóstico en múltiples trabajos, de los cuales han surgido controversias, muchas de ellas, debido a la utilización de una metodología inadecuada, o falta de ésta, para el recuento de microvasos.
A lo largo de este trabajo, se despliegan en profundidad las características histopatológicas de cada tumor utilizando un protocolo metodológico para el recuento de la MDV en tumores sólidos humanos, valiéndonos de CD34 como marcador endotelial y analizando además la inmunomarcación con VEGF. Así mismo, se realiza el seguimiento clínico posoperatorio en forma anual, de los pacientes que han portado dichos tumores, hasta un período de 5 años, lo cual nos ha permitido ofrecer un análisis completo tanto descriptivo y correlacional, como también de supervivencia, demostrando en forma concluyente en esta investigación, que la elevada MDV constituye un buen pronóstico de sobrevida posoperatoria.