Llegar al Archivo de Artistas Juan Carlos Romero es encontrarse con revistas en alemán, con cientos de catálogos en distintos idiomas, con libros antiguos elegidos especialmente por sus grabados, con periódicos de organizaciones de izquierda, con revistas de humor gráfico, con videocasetes, con una colección de mates y con muchísimos afiches de distinto tipo, entre varias cosas. Llegar al archivo es, también, encontrarse con Romero, no sólo porque muchas tardes está allí relatándonos de dónde salió cada papel, cada objeto, sino, también, porque allí están sus obras, sus recortes, sus ideas, sus obsesiones, sus inquietudes, sus caminos y sus preguntas.