La administración de la legalidad aparente y la de los bienes simbólicos son una fuente de poder real que los Gobiernos populares enfrentaron con distinta suerte. En Argentina, la LSCA fue uno de los elementos que impidieron que la sociedad judicial y mediática produjera el escenario que permitió el golpe parlamentario en Brasil. Una diferencia fundamental para comprender la urgencia con que Macri arremetió contra dicha ley: no hay concentración de la renta sin medios concentrados que legitimen el saqueo.