La vinculación de la Argentina con las instituciones multilaterales de Bretton Woods ha sufrido grandes transformaciones a partir de la llegada de Néstor C. Kirchner a la presidencia en el año 2003. En este trabajo, se pretende identificar rupturas y continuidades en la relación con el sistema multilateral del comercio, haciendo especial hincapié en el desempeño argentino en el Órgano de Solución de Diferencias (OSD) de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El abandono del neoliberalismo implicó, entre diversas cuestiones, el pasaje desde una política de gran pasividad hacia una fuerte proactividad en la institución. El país dejó de ser un miembro exclusivamente demandado y nulo como demandante, para iniciar una férrea defensa de sus intereses exportadores. Sin embargo, el giro argentino fue fuertemente atacado por las potencias occidentales (Estados Unidos, Japón y la Unión Europea), las cuales presentaron denuncias análogas que cuestionaban la política comercial del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de manera amplia y en sus orientaciones básicas. Frente a dicho embate, la respuesta argentina se caracterizó por su radicalización mediante la presentación de diferentes contrademandas.
La emergencia del multipolarismo con los BRICS brindó el contexto adecuado para la promoción de reformas de las reglas multilaterales del comercio favorables a los países en desarrollo. La Argentina, en dicho marco, optó por acoplarse al movimiento de reforma del sistema multilateral de comercio.